15/8/11

Qué haría yo sin ti... (I)

                -¿Sí? –dice Ebony aún con los ojos cerrados -¿Quién coño llama?
                -Hola –dice él. Con su eterna voz serena.
Ella sonríe.
                -Son las… -dice mientras mira el reloj de lo mesita de noche –doce y media. ¿Qué pasa?
                -Estabas dormida. Lo siento, es que…
                -¿Qué ocurre? –dice Ebony, mientras se levanta de la cama con brusquedad.
                -No lo sé. Estoy raro. Creo que tengo fiebre…
Se está poniendo los vaqueros. O más bien intentando abrocharlos con una sola mano.
                -Estoy ahí en diez minutos.
                -Qué haría yo sin ti… -dice Carles después de colgar.
Sus padres están de viaje de trabajo, si no le dirían lo de siempre: “Una chica de dieciséis años, tan guapa como tú, no puede salir sola a la calle a partir de ciertas horas…”
A la mierda todo. ¿Qué le pasará?
Dos minutos después de haber salido de su casa, saca las llaves del bolso, se monta en su Vespa amarilla, recién comprada, nueva, brillante, y arranca.
Qué raro. Piensa. Siempre que va a su casa él la espera mirando por la ventana. Ahora no sólo ni está asomado, sino que la luz está apagada.
                -Mierda.
Carles se mudó a un loft cuando cumplió los dieciocho, es decir, el mes pasado. Dijo que se lo iba a enseñar y no habían podido verse debido a todos los exámenes que habían tenido las últimas semanas.
No está segura de saber bien la dirección, pero por malgasto de gasolina, ya, que no sea.
Y después de diez minutos, aparca y se quita el casco. Mira a un lado y a otro, ¿dónde será…?
Y es entonces cuando le ve. Asomado a la ventana. Sonríe y avanza hacia la casa mientras él abandona la ventana.

No hay comentarios: